En mi visita a Estocolmo la semana pasada tuve la suerte de visitar las oficinas de Trax. Trax es un GPS para niños y mascotas que se caracteriza por ser especialmente pequeño y por tener un software realmente bueno, con algunas características que exceden lo habitual, como la posibilidad de buscar en realidad aumentada a tu hijo o tu mascota cuando se pierden, o marcar alertas por días, por zonas o por cambios de velocidad. Si esperas que tu hijo se desplace andando y se sube a un autobús o a un coche, recibirás un aviso inmediatamente, en cuanto la velocidad no coincida con la que estaba programada.
Además, Trax se comercializa con un prepago de datos incluyendo roaming en 33 países por 24 meses, por lo que desde que lo sacas de la caja, todos los costes van incluidos durante dos años. Lo recibí el viernes y desde entonces, mi hijo Pablo lo está usando. No es algo que nos resulte especialmente necesario, pero sí queríamos probarlo para comprobar el estado del arte de la tecnología.
El primer test real lo hicimos en la Plaza de Vigo, en La Coruña. Un lugar lleno de niños y al salir de allí, nos dimos cuenta de que mi hijo Pablo, de tres años, que había estado jugando con un montón de niños durante un buen rato delante de nosotros, no tenía ya el GPS.
En un minuto, tenía localizado el área (unos 20M2) donde debía estar el GPS, pero la mala noticia es que en ese área habría unos 50 adultos y otros tantos niños, ya que eran las terrazas de dos cafeterías. Pregunté a todos los que estaban por allí, y nadie parecía haber visto el dispositivo. Me quedé sin batería en mi teléfono y tuve que regresar a casa.
Una vez en casa, y con algo de batería (10%) vi que el GPS se movía y cogí un taxi para localizarlo. de nuevo volví a encontrar el lugar donde estaba, pero la mala noticia es que de nuevo estaba lleno de gente, y de nuevo me quedé sin batería sin encontrar quién lo tenía encima, porque por más que pregunté, nadie parecía tenerlo, aunque dos parejas con niños de me dijeron que ya les había preguntado en la Plaza de Vigo (2,5 km de allí). Era más que difícil que el GPS se equivocara, pero por más que insistí, no conseguí recuperar el Trax.
Regresé de a casa y una vez allí, cargué de nuevo el teléfono y al ver que el GPS estaba en movimiento de nuevo y cerca de una oficina de la Policía Local, llamé a la Policía para ver si ellos podían preguntar de nuevo, con la fortuna de que una de las parejas que había encontrado antes, ante mi insistencia, siguió preguntando sus hijos si tenían el GPS y al final, una niña lo había guardado y reconoció que lo tenía, así que a esa hora los padres iban a entregarlo a la policía.
El caso es que por fortuna, en dos ocasiones estuve muy cerca de recuperarlo y finalmente conseguí traer de vuelta mi Trax.
El producto es francamente interesante. La única pega que yo le encuentro es que -para estos casos- debería tener una sirena, para poder recuperarlo, porque es tan pequeño que no hay forma de encontrarlo si alguien lo mete en una bolsa :-).
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