¿y si lo que parecía una locura finalmente funciona?

Si funciona, todo el mundo estará en fila aportando su granito de arena al éxito. Desde el que no se atrevió a plantear una alternativa a la única idea que se presentó, hasta el que se apuntará el tanto de decir que siempre te apoyó a pesar de que no lo vió claro nunca.

El éxito tiene muchos dueños siempre, pero los fracasos normalmente acaban huérfanos. Nadie nos va a recordar por nuestros errores, pero todo el mundo está dispuesto a añadir una línea al CV en la que ponga «inventor del P.D.M» (plan de dominación mundial) de los locos que se pusieron desde un trastero a vender taladros hace cinco años.

Acabaremos el año vendiendo un 50% de nuestra cifra de negocio fuera de España. Además conseguiremos crecer de 2013 a 2014 más de un 50%.

Son cifras que señalan que crecemos en España y sobre todo crecemos mucho fuera, lo que sin duda marcará el arranque de nuestro cambio de talla empresarial. En 2015 y 2016 tendremos más recursos y la empresa crecerá. Ahora el límite siguiente es imaginar a dónde queremos llegar, trazar un plan y pelearlo a muerte. Y comenzar una nueva locura, pero ya con otra talla.

 

La importancia de tener un plan

A menudo los planes no funcionan. Yo particularmente no creo en los BP (business plan) hasta que los negocios están estabilizados. Mientras no se tienen las primeras muestras de la respuesta de los consumidores, hacer previsiones de demanda es casi siempre jugar a ser adivinos.

Los negocios estables pueden  -y deben- trabajar con planes de negocio, pero hacer sesudos análisis de la capacidad para vender -y atender la demanda- desde una startup, suele ser un brindis al sol. Conozco casos épicos de «muerte por éxito», o de empresas que no han vendido un céntimo pero tienen media docena de directores en plantilla quemando el dinero que han conseguido levantar en una ronda mientras siguen abocados a no vender nada, porque para cuando empiecen a vender, seguirán necesitando como locos capital y tendrán que cerrar, antes de ver los primeros ingresos en el balance.

Nuestra empresa cumple cinco años en el mercado. Ha sido extraordinariamente difícil llegar hasta aquí, en un país en el que la mayoría de las empresas cierra antes de cumplir el 4º año, pero seguimos vivos.

Todo apunta a que este 5º año de vida de nuestra empresa será el que marque el punto de inflexión en nuestro crecimiento. Esperamos aumentar la facturación en 2014 casi un 50% con respecto a 2013, especialmente gracias a la demanda externa.

Nuestro plan hasta ahora era «sobrevivir». No gastar más de lo imprescindible y apalancarnos en nuestras habilidades para comprar bien, atender rápido la demanda del cliente y seguir creciendo. En el futuro el plan será parecido, pero ya con un un histórico de cinco años que nos hará tomar decisiones mucho más objetivas.

Cómo hacer el mejor contenido para Google. Sin trucos. Triatlónsindrafting.com

Nuestra experiencia de estos últimos cinco años dice que el mejor contenido para google se hace… no haciéndo caso a las guías. Trabajando con contenidos propios. Tomando en serio lo que los clientes esperan leer y haciendo contenidos de calidad. Es así, sin más, como la web de Pablo Roura, Triatlonsindráfting.com se está convirtiendo en el mejor blog de triatlon en Español. Sin prisa, sin pausa. Apostando sólo por contenidos de calidad e información relevante.

Sin más métricas que la calidad del contenido desde el conocimiento profundo que da llevar casi 20 años practicando triatlón, se puede conseguir que tu contenido llegue a ser valioso para miles de usuarios. A partir de ahí, cuando ya tienes volumen y contenidos de calidad, puede ser buen momento para llamar a profesionales, pero ni Pablo ni yo creemos en los atajos.

No hay trucos, sólo hacer bien el trabajo y esperar los resultados.

Comprar dominios a 20 años vista.

No pensaba yo verme así, pero cuando me he querido dar cuenta, mi hijo de dos años tiene ya cuatro dominios comprados para su uso en el futuro. Reservar con tanta antelación los nombres de dominio relacionados con el nombre de un hijo sonaría a locura a la mayoría de mi familia, pero lo cierto es que el coste hoy ya no es una barrera de acceso, aunque tuviera que tenerlos parados durante 20 años, seguiría siendo muy poco dinero.

Ocurre algo parecido con el mercado en el que trabajo ahora, el M2M. Las comunicaciones máquina a máquina globales son una realidad y el coste es tan bajo que nadie debería retrasar un proyecto de toma de datos por pensar en el coste mensual de las sims necesarias. El único requisito es que el valor de los datos que se van a recopilar aporte sentido al coste mensual ridículo de una tarjeta en casi cualquier lugar del mundo.

Si tuviera que apostar mi dinero diría que la siguiente gran burbuja tecnológica llegará en las comunicaciones móviles globales de M2M, donde ni siquiera es fácil estimar el volumen global que llegará a tener el mercado, porque eliminadas las restricciones de precio (ya es tan bajo que apenas es relevante) sólo queda dar lugar a que la imaginación haga el resto.

Velocidad. Software, Hardware, time to market, experiencia de cliente, liquidez.

Nunca ha sido tan obvio. El mundo gira a toda velocidad y todos estamos más conectados que nunca. Nunca ha sido tan crítico que ejecutar una idea de negocio bien y rápido -o rápido y bien- es la diferencia entre ganar dinero o perderlo. Entre seguir adelante y abandonar.

Y lo más complicado de todo es que esas seis piezas son la clave de casi todos los negocios. Tanto en la economía digital, como cada vez más en la economía real, en la de los productos tradicionales.

Ahora que no hay una sola gran empresa que no hable de «transformación» yo creo que son las personas la única clave en que la velocidad sea adecuada y en que la experiencia de cliente se pueda entregar al mercado. El resto se puede comprar pero la pasión, la dedicación y la excelencia en los productos vendrá sólo de la calidad del equipo, de su atrevimiento y de su ambición.

¿Cuantas de esas empresas de gran tamaño estarán preparadas?. Yo trabajo en una que sí lo va a estar.

Comprar y vender taladros en España

Cuando comenzamos con www.todotaladros.com las preguntas que nos surgían con más frecuencia eran «¿y a quién le compramos los taladros que queremos vender?. ¿Qué proveedor nos va ayudar con el comienzo del negocio?. ¿Cómo les contamos a nuestros proveedores que teníamos la convicción de que se podía vender herramientas profesionales de una forma diferente en España?.

Comenzamos nuestras pruebas con una tienda en Ebay, seguimos con www.herramientassincable.com y luego vinieron www.todotaladros.com y el resto de nuestras tiendas online.

La mecánica con la que hemos ido evolucionando es muy similar, ya que casi siempre repetimos la misma maniobra: identificar un nicho de mercado y ver si somos capaces de conseguir llegar a él a un precio competitivo.

Han pasado casi cinco años y seguimos creciendo. Cuando empezamos no había apenas proveedores que quisieran trabajar con nosotros. Hoy ellos son parte importante de nuestra capacidad para ser competitivos, pero por el camino hemos tenido que demostrar -además de solvencia económica- una capacidad de llegada a los clientes que permite que ambas partes colaboren.

Muy pronto comenzaremos a trabajar con más fabricantes. Si quieres que estudiemos la posibilidad de vender tu producto en nuestras tiendas, envíanos un correo y te contestaremos muy rápidamente. 

 

Tienes enemigos porque algo estás haciendo bien

Hace unas semanas comentaba con David Bonilla de Otogami que tener enemigos es una muestra de que algo estás haciendo bien en tu mercado, especialmente si tu empresa es muy pequeña, como es nuestro caso.

Es normal que los «incumbentes» tiendan a mantener las cosas como están ya que ellos ya tienen su estructura de negocio acomodada a la realidad en la que viven, pero también es normal que otras empresas, a menudo con menos medios, intenten revolucionar un mercado en el que detectan que hay una oportunidad de negocio haciendo las cosas de forma diferente, condicionados por las peculiares de sus capacidades.

Todo esto se resume en la frase de «quién sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos». En este caso el player que ya está en el mercado, intentará excluir al novato con todos los medios a su alcance (a martillazos), mientras que el otro jugador, con menos medios, pero probablemente con más cintura intentará «rodear» el problema, ya que normalmente no tendrá medios para chocar con alguien mucho más grande a corto plazo.

El resultado casi siempre es el mismo. El grande tendrá que adaptarse o perder. El cambio tecnológico, el progreso técnico, la evolución de la logística y los cambios legales harán que el modelo de negocio en el que el incumbente se sentía tan cómodo se evapore y al final, si el pequeño sobrevive será porque habrá encontrado la manera de monetizar su ventaja competitiva mientras «todavía» exista. Eso le hará tomar tamaño y llegar a ser competitivo.

Existen muchos ejemplos, pero sobre todo esto aplica a modelos desregulados, donde -de pronto- aparece un competidor como Amazon y pone patas arriba a la distribución de miles de productos que antes sostenía con precios diferentes por regiones. Yo confío en que muy pronto, Otogami será un ejemplo de eso mismo primero en los videojuegos y más tarde en otros mercados.

Le guste o no a los «incumbentes» de este sector en España, el problema no es Otogami comparando precios con otros paises, el problema es que los precios en España no son similares a los de la región comercial en la que vivimos. Y la logística baja de precio cada día. ¿Vas a querer matar al mensajero o a vender fuera de tu mercado?

 

Vender fuera del tiesto

Llevamos más de cuatro años intentando sacar adelante nuestros negocios online, cuatro años en los que en España estamos viviendo una coyuntura complicada, con tasas altas de paro y con la economía en una situación que no favorece ni el crédito a las empresas ni el avance de nuevos proyectos empresariales.

Cuatro años buscándonos la vida y de pronto recibimos pedidos en la misma semana de Francia, Italia, República Checa, Alemania, Mauritania y Polonia. Hasta el punto en que, de golpe, hemos vendido más fuera de España que aquí en la misma semana.

Y cuando esto pasa, sólo queda irse tranquilo a dormir, esperando que mañana las cosas sigan queriendo funcionar así de bien. Esperando que sigamos siendo capaces de demostrar que desde Sada, en La Coruña, desde un pueblo pequeño de sólo 14.000 habitantes, se puede vender fuera del tiesto. Fuera de nuestra ciudad y fuera de nuestro país.

Explicamos nuestro caso de negocio en el MBA de la Universidad de A Coruña

El pasado jueves día 3 de abril, participamos en una clase en el MBA de la UDC, invitados por Jose Antonio Novo Peteiro. Hablamos de Lean Startups, contando el caso de nuestras experiencias en JG Professional Tools con las webs www.todotaladros.com, www.herramientassincable.com, y www.todobosch.com.

Hubo tiempo para hablar de aciertos y errores en nuestra experiencia empresarial, de lo complejo que es ceñir una actividad como la nuestra a un plan de negocio y sobre todo, tiempo para contar que incluso en pequeñas empresas como la nuestra se puede llegar a atender a clientes de los lugares más alejados del mundo, desde un lugar tan pequeño como Sada, con 14.000 habitantes.

Nos encantó la participación de los alumnos, y el nivel de las preguntas que recibimos fue alto.

Yo estudié en esa universidad y para mi es un lujo poder ir cuando me invitan a intentar devolver algo de lo que he recibido allí, así que desde aquí queremos agradecer la invitación.

Al final todo saldrá bien, y si no sale bien es que no era el final

La primera vez que escuché esa frase fue en un evento organizado por Jose de la Peña en la Fundación Telefónica. No había visto la película «El Exótico Hotel Marigold», y la verdad es que me pareció totalmente brillante.

Esa frase bien podría ser el resumen de las vidas de algunas personas que conozco y de las que he aprendido. Aunque el suelo temblase bajo sus pies, siempre mantenían la calma y una asombrosa dosis de optimismo y buena fe. Al final siempre conseguían estar mejor de lo que sus penurias iniciales les presagiaban. Generalmente esa actitud, al menos en las personas más cercanas a mi, ha sido cosa de las mujeres más que de los hombres. Daba igual que fuese un problema económico, de salud, o la peor de las desgracias posibles, la pérdida de alguien cercano. Estas personas siempre encuentran una razón a la que aferrarse para llegar a sus metas, por imposibles que parezcan para el resto.

Una de las cosas más curiosas que recuerdo de cuando era un niño fue una vez que, habiendo suspendido una asignatura en el colegio, mi madre me preguntó: «¿porqué has querido suspender esa asignatura?«. En lugar de regañarme mi madre me hizo ver que realmente la razón última por la que traía uno de mis primeros suspensos fue literalmente porque yo había decidido que fuese así. Esa pregunta -tan rara- hizo que me doliese el orgullo, y pasaron muchos años hasta que me volvió a ocurrir algo así. En lugar de penalizar el fallo, me enseñaron a pensar en lo que uno es capaz de hacer y a no tener miedo a equivocarme por el camino.

No siempre esto sirve, no sirve para todo el mundo, pero tomar esa actitud, la de no preocuparme por lo importante que está por venir, sino ocuparme de lo que tengo que hacer para que eso llegue, me sirvió en los últimos días para pasar dos entrevistas que seguramente serán muy importantes en mi futuro personal y profesional en la empresa en la que trabajo. Por ahora, toca terminar el trabajo que venía haciendo, posiblemente durante los próximos 90 días, para después comenzar con este nuevo proyecto.

Esta es una de las pocas cosas importantes que espero poder enseñar bien a mi hijo Pablo, a ocuparse de sus problemas, no a preocuparse, porque esa preocupación, ese miedo, sólo lleva al bloqueo y al fracaso. Otra cosa importante que quiero enseñarle es a mantener la buena cara y el buen ánimo mientras no llegan las buenas noticias. Para poder estar, como dice mi socio cuando le preguntan qué tal está y contesta: «rozando la perfección», porque sabe que el que es amigo se alegra, y el que no lo es queda bien j*dido».