Si tuviese que resumir lo que ha pasado en mi labor profesional en 2015 en una frase sería esa, que en 2015 asumimos que el mundo era nuestro mercado.
Es la primera vez en mi carrera profesional que vendo más productos y servicios fuera de España que dentro y esto me ha ocurrido tanto en mi trabajo en Telefónica como en nuestra empresa de venta de taladros (www.todotaladros.com).
Tengo 42 años y trabajo en Madrid desde hace ahora 9 años. Jamás había recibido un mensaje tan convincente como el que escuché este año en la inauguración de Things en Estocolmo. Allí explicaban que Suecia era un mercado pequeño (unos pocos millones de habitantes) en un país enorme (el tercero más grande de Europa), disperso y con un clima extremadamente duro (frío y poca luz). Explicaban que la única oportunidad en un mercado global como el que vivimos para ellos es pensar en productos globales y en un único mercado: el mundo. Lo mejor es que en las sucesivas visitas que he tenido a Suecia he comprobado que esto es algo absolutamente natural para ellos y que todos los suecos, desde niños, entienden que tienen que hacer productos globales de calidad y destacar frente a la competencia por su origen, no sólo por el precio. No es por casualidad que la mayor parte de las startups tecnológicas con mayor valoración económica de Europa surjan allí y desde luego que veremos cómo el ecosistema se retroalimenta por la buena gestión que están teniendo entre las grandes multinacionales y las startups.
En cuanto a nuestra empresa de venta online de taladros, conseguimos en 2015 multiplicar las ventas por 2,5 sobre 2014 y sobrepasar por primera vez en nuestros seis años de vida el millón de euros vendido en un año. Comenzamos a formar un equipo, ampliamos instalaciones y sobre todo conseguimos vender mayoritariamente fuera de España. Uk, Alemania y Francia han sido el motor de nuestro crecimiento este año, pero hemos vendido en los cinco continentes a más de 2.500 nuevos clientes.
Nuestra empresa sigue siendo pequeña. La vocación de atención al cliente sigue siendo -y será- la misma que si nuestro negocio estuviese a pie de calle en Sada, pero entendemos claramente que el mercado es el mundo entero. Nuestro reto para este año es como mínimo duplicar las ventas pero creemos que la oportunidad es tan grande que seguramente estas cifras se puedan superar con creces.
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